“Ojos grandes” Cuando cantan los periquitos encantados, alborotan mi suspiro eterno, mi pestañas se despejan y te miro, recorro tu rostro, así como el mar recorre la arena, así como las estrellas recorren el cielo. Tu frente me habla del infinito tiempo, del infinito camino, recorriéndolo siempre juntos y sostenidos por nuestras manos, a pesar de las travesuras del sol que a veces se ocultaba de nosotros. Tus cejas juegan como un acordeón relajándose y tensionándose, como el amor real en la vida, como nuestra danza en la vida, como nuestra danza en el amor. Tus ojos que descansan agradecidos, son cuidados por tus párpados, así como nosotros cuando cuidamos nuestro amor con escudos formados por nuestros corazones y la unión de nuestras almas. Tu nariz es la que vive mis respiraciones diariamente y capta mi perfume de un amor que no se cansa, de un amor que perdura, de un amor que te ama. Tus labios me hacen bailar en tu arco de cupido y bailamos con cupid